El calcio (Ca) es el mineral más abundante en el cuerpo animal. Como es esencial para muchos mecanismos en la vida de los animales, la suplementación con Ca es clave para la nutrición de los rumiantes. Por lo tanto, la hipocalcemia, que es una caída de la concentración de Ca en sangre relacionada con un aumento repentino de la demanda de Ca al principio de la lactancia, es un problema bien conocido para los criadores. Observada principalmente en animales lecheros, la hipocalcemia o fiebre de leche tiene muchas consecuencias en la salud animal y el rendimiento reproductivo, pero también en los ingresos de los ganaderos. Dado que la fiebre de leche cuesta un promedio de 200-300 € por vaca y la hipocalcemia subclínica cuesta 115€ por vaca, la prevención de la hipocalcemia adquirió una importancia considerable a través de diferentes estrategias de gestión de la granja.
¿Qué es la hipocalcemia? ¿Cuáles son sus causas y consecuencias? ¿Y cómo prevenirla?
1. Papel del calcio y requerimientos del ganado lechero
1.1 Papel del calcio en los animales lecheros
El Ca es el mineral más presente en el cuerpo animal, representando el 1,9% del peso corporal. Además de ser un componente de la leche (1,1-1,45 g de Ca necesarios para producir 1 kg de leche; Bodin, 2020), el Ca es fundamental para varios procesos fisiológicos como la formación ósea, la contracción muscular o la activación de metabolismos enzimáticos y celulares.1.2 Requerimientos de calcio del ganado lechero
Las necesidades de Ca del ganado lechero se expresan en términos de Ca absorbible (Caabs). Caabs representa la parte de Ca que finalmente es absorbida por el animal y utilizable para sus necesidades. Entonces, los requerimientos de Ca para una vaca lechera corresponden a sus necesidades de mantenimiento, gestación y lactancia. Los requisitos de Ca de la vaca lechera lactante y la vaca seca se muestran en la tabla 1. En relación con el inicio de la producción de leche, se produce un aumento repentino en el Ca justo después del parto. En una situación normal, mecanismos homeostáticos pueden adaptarse a esta nueva demanda de Ca y mantener buenas funciones corporales.
Tabla 1: Requerimientos de calcio para vacas lactantes y secas (adaptado de Bodin, 2020).
*Las necesidades de una vaca lactante son para una vaca Holstein que pesa 700 kg y produce 25 kg de leche al día. Las necesidades de Ca para vacas secas son para una vaca seca de 700 kg a los 278 días de gestación.
1.3 Mecanismos de movilización de calcio
Para satisfacer el pico de demanda de Ca, la vaca puede movilizar el Ca de sus huesos, aumentar la absorción intestinal y disminuir la excreción por los riñones. Todos estos mecanismos están determinados por la actividad hormonal de la parathormona (PTH), calcitriol (o 1,25-(OH)2-vD, la forma activa de la vitamina D) y, en menor grado, calcitonina. De hecho, un baja concentración de Ca en sangre estimulará la producción de PTH por la glándula paratiroides que es responsable de una mayor reabsorción de Ca de los huesos, una menor excreción de Ca por los riñones y la estimulación de la síntesis de calcitriol. Entonces el calcitriol estimula la absorción de Ca en el intestino (Figura 1).

Figura 1: Regulación hormonal de los mecanismos de movilización de calcio (adaptado de Bodin, 2020).
Si la vaca no logra activar todos estos mecanismos, la demanda de Ca no se satisface y puede ocurrir hipocalcemia.
2. Aparición de hipocalcemia en vacas lecheras
2.1. Definición de hipocalcemia
Hipocalcemia corresponde a una baja concentración de calcio en sangre justo después del parto. Una concentración baja de Ca en sangre después del parto es normal, ya que el calostro y la producción de leche crean un aumento repentino de la exportación de Ca (de 10 g/d a 30 g/d ; Oetzel et al., 2024). Pero, en condiciones normales, la concentración de Ca debería volver a la normalidad en un plazo de 4 días. En la literatura, el umbral para definir la hipocalcemia se establece para una concentración sanguínea de Ca de 85 mg/L (Oetzel et al., 2024). Hay dos tipos de hipocalcemia: la hipocalcemia clínica, también llamada fiebre de leche, y la hipocalcemia subclínica (HCS). La fiebre de leche y la HCS, que generalmente ocurren justo después del parto o durante los 3 días siguientes, se pueden distinguir con la aparición o no de síntomas. La tabla 2 muestra una clasificación de vacas recién paridas bajo diferentes situaciones de hipocalcemia basada en la dinámica de la concentración de Ca en sangre.

Tabla 2: Categorización de los diferentes grupos dinámicos del calcio (adaptado de Abuelo, 2025).
1Ca concentración ; 2Días en leche.
Normocalcémico: vaca con una concentración normal de calcio en sangre. Discalcemia: anomalía de la concentración de Ca en sangre.
Si la fiebre de leche, que se caracteriza por la aparición de signos clínicos, afecta al 2-5% de las vacas lecheras en el período periparto, la HCS (que es más discreta) está mucho más presente en los rebaños ya que el 25-50% de las vacas en el inicio de lactación se ven afectadas (Abuelo, 2025).
2.2. Factores que aumentan el riesgo de hipocalcemia
Más que parámetros intrínsecos como la paridad, la productividad o la raza, el riesgo de hipocalcemia puede verse afectado por diferentes condiciones nutricionales.
2.2.1. Factores intrínsecos de riesgo de hipocalcemia
Varios estudios mostraron que el riesgo de hipocalcemia aumenta con la paridad de la vaca. La disminución de los receptores de calcitriol con las vacas más viejas podría explicar la mayor sensibilidad de las vacas más viejas a la hipocalcemia. La raza también puede afectar el riesgo de hipocalcemia, las vacas Jersey corren más riesgo que las vacas Holstein, por ejemplo. Una hipótesis para explicar esta observación podría basarse en la relación entre la producción de leche y la calidad de la leche que justificaría una mayor demanda de calcio para la producción de leche en la vaca Jersey. Sumado a esto, el riesgo de hipocalcemia aumenta con el nivel de producción de leche, ya que la salida de Ca en la leche es de 1,1-2,3 g/L.
2.2.2. Factores de riesgo relacionados con la nutrición de las vacas
arios estudios han destacado que las vacas con exceso de grasa al parto tendrían más probabilidades de desarrollar hipocalcemia que las vacas con una puntuación de condición corporal de 3-3,5 (puntuación de 1 a 5). Un bajo consumo de materia seca también podría favorecer la aparición de hipocalcemia, ya que la demanda de Ca no estaría cubierta por la ingesta de alimento.
Hablando de hipocalcemia, es bien sabido que una adecuada suplementación mineral durante el período seco es esencial. En efecto el exceso de calcio, al limitar la actividad de la hormona PTH, aumenta el riesgo de hipocalcemia (Figura 2). Más que el contenido de Ca en la dieta, el fósforo (P) también debe ser monitoreado. Dodin (2020) reportó una mayor prevalencia de hipocalcemia con dietas ricas en P. El mecanismo asociado con esta observación no está tan claro, pero el P podría inhibir la actividad de la α1-hidroxilasa involucrada en la síntesis de calcitriol o afectar la sensibilidad de los receptores de PTH. Adicionalmente hipomagnesemia (que es una falta de magnesio (Mg)), también afecta la movilización de Ca al disminuir la síntesis de PTH y la sensibilidad de sus receptores. Por último, pero no menos importante, la alcalosis metabólica, inducida por una alta diferencia de cationes y aniones en la dieta (DCAD), aumenta el riesgo de hipocalcemia al disminuir la sensibilidad de la PTH en los tejidos.

Figura 2: Evolución del riesgo de hipocalcemia con el contenido de Ca de la dieta (adaptado de Dodin, 2020).

Figura 3: Factores de riesgo de hipocalcemia (adaptado de Dodin, 2020). Los factores intrínsecos están en naranja, los factores nutricionales en verde y los mixtos están en azul.
3.Consecuencias y tratamiento de la hipocalcemia
3.1. Consecuencias de la hipocalcemia
Los síntomas de la fiebre de leche se dividen en tres fases: primero, las vacas tienen problemas de comportamiento como ansiedad y trastornos locomotores (esta fase rara vez se identifica). En segundo lugar, la vaca está acostada con posible estreñimiento, hipotermia, taquicardia y contracción ruminal inferior. La tercera fase es identificable con los mismos síntomas pero más fuertes que la fase 2. Si no se realiza ningún tratamiento, la fiebre de leche puede provocar la muerte de la vaca (alrededor del 8% de las vacas afectadas; Oetzel, 2011).
Además de los síntomas directos, la hipocalcemia puede causar otros problemas de salud y reproductivos como distocia, placenta retenida, metritis, desplazamiento del abomaso o mastitis.
3.2. Tratamiento de la hipocalcemia
Actualmente, los tratamientos de la hipocalcemia son bien conocidos, como :

Figura 4: Tratamiento de la hipocalcemia según la gravedad.
4. Prevención de la hipocalcemia
4.1.Estrategias preventivas basadas en la nutrición de las vacas secas
Se pueden observar diferentes estrategias de prevención de la hipocalcemia en el campo. La mayoría de ellas se basan en el manejo de la alimentación de vacas secas (Tabla 3). El objetivo de estas estrategias es preparar mejor a las vacas para hacer frente al repentino pico de demanda de Ca mediante la activación de los mecanismos de movilización de calcio. Una primera estrategia es disminuir el contenido de Ca de la dieta. Con una dieta baja en Ca, los mecanismos de movilización de Ca permanecen activos durante el período seco para evitar una reacción tardía al estrés por Ca durante el parto. En la misma idea, el uso de aglutinantes de Ca, como Zoelite A, puede ser una herramienta para disminuir la concentración de Ca en la dieta. Una segunda estrategia se basa en dietas bajas en DCAD. Una dieta baja en DCAD crea una acidosis metabólica compensada que favorece la absorción de Ca en el tracto gastrointestinal, mejora la sensibilidad de los receptores de PTH y aumenta la movilización de Ca de los huesos. Charbonneau et al. (2006) mostraron que la aparición de hipocalcemia está bien correlacionada con el pH urinario y el valor de DCAD de la dieta, calculado como DCAD (mEq / kg) = ([Na +] + [K +]) – ([Cl–] + 0.6 * [S2–]). Entonces, la elección del ingrediente del alimento que se incluye en la dieta es clave para esta estrategia, y la alimentación con sales aniónicas, como el cloruro de magnesio, puede ayudar a disminuir el DCAD. El suministro de P y Mg también es importante para prevenir la hipocalcemia, ya que aporta estos minerales para satisfacer los requisitos de los animales expresados por el NRC o el INRAE, por ejemplo. El objetivo es evitar el exceso de P y la hipomagnesemia.
Tabla 3: Resumen de las estrategias de alimentación para prevenir la hipocalcemia.
Con todas estas estrategias, es importante alimentar a las vacas con una dieta alta en Ca justo después del parto.
4.2. Otras estrategias preventivas de la hipocalcemia
Se pueden adoptar otras estrategias para prevenir la hipocalcemia, como el monitoreo de la puntuación de la condición corporal (PCC < 4/5) y el consumo de materia seca (óptima entre 12-14 kg MS/d). Identificar vacas más sensibles para fortalecer la prevención con ellas también puede ayudar. Finalmente, la suplementación con vitamina D o sus precursores, o la administración de Ca como profilaxis también son soluciones existentes.
Soluciones de Phosphea para controlar la hipocalcemia en vacas lecheras
Como la hipocalcemia o la fiebre de leche pueden afectar la salud y el rendimiento reproductivo de los animales, el riesgo de hipocalcemia se maneja cada vez mejor, gracias a diferentes estrategias. Phosphea ofrece soluciones macrominerales para formar parte de estrategias preventivas como MAG26 y CALSEAPOWDER.
MAG26 es un fosfato de magnesio que se puede usar en dietas de vacas secas para aportar magnesio de alta disponibilidad con un bajo DCAD.
CALSEAPOWDER se basa en 100% Lithothamnium calcareum. Puede ayudar a optimizar la estrategia de bajo DCAD gracias a su DCAD neutral y constituir una fuente de alta disponibilidad de Ca después del parto.
Bibliografía:
BODIN, Fabien, Aurélien, Maxime, 2020. Importance et conséquences de l’hypocalcémie subclinique chez la vache laitière en péri-partum: exemple d’une clientèle vétérinaire des Vosges. Créteil : Ecole Vétérinaire d’Alfort.
OETZEL, Garrett R., 2024. Parturient Paresis in Cows – Metabolic Disorders. Merck Veterinary Manual [en ligne]. 2024. [Consulté le 22 août 2025]. Disponible à l’adresse : https://www.merckvetmanual.com/metabolic-disorders/disorders-of-calcium-metabolism/parturient-paresis-in-cows
OETZEL, G.R., 2011. Diseases of Dairy Animals | Non-Infectious Diseases: Milk Fever. In : Encyclopedia of Dairy Sciences [en ligne]. Elsevier. pp. 239245. [Consulté le 22 août 2025]. ISBN 978-0-12-374407-4. Disponible à l’adresse : https://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/B978012374407400145X
(PDF) Hypocalcemia in Dairy Cattle, [sans date]. In : ResearchGate [en ligne]. [Consulté le 22 août 2025]. Disponible à l’adresse : https://www.researchgate.net/publication/385590308_Hypocalcemia_in_Dairy_Cattle