¿Qué minerales son esenciales para las aves de corral?
Un mineral es un componente inorgánico necesario para llevar a cabo los procesos vitales normales. Las funciones generales de los minerales son estructurales, fisiológicas, catalíticas y hormonales. Los minerales se clasifican en macrominerales y microminerales o minerales traza (ver Figura 1). Los requerimientos en macrominerales son relativamente importantes (>100 mg/kg del peso corporal), incorporados directamente en los piensos, mientras que los minerales traza se necesitan en pequeñas cantidades (<100 mg/kg del peso corporal), incluidos en las premezclas (Payam et al., 2020).
El calcio (Ca) y el fósforo (P) son los macrominerales más importantes. Una alimentación adecuada en calcio y fósforo para las aves de corral depende de cuatro factores principales:
- La presencia en la dieta de un contenido de cada uno de dichos elementos en una forma disponible (fuente mineral, vegetal o animal)
- Una proporción adecuada de calcio y fósforo disponible en la dieta, aunque actualmente todavía se suele medir el calcio en cantidades totales
- El nivel de vitamina D3 en la dieta
- El hecho de incluir o no fitasas exógenas en la dieta, puesto que esta enzima influye en el índice de absorción de calcio y fósforo
El 85% del fósforo de la dieta proviene de los vegetales, y el 15 % restante de los fosfatos alimenticios inorgánicos y/o de fuentes animales. Por un lado, la disponibilidad del fósforo de origen vegetal depende en gran medida del sustrato. Como se menciona en el estudio de Rostagno 2017, no todas las materias primas vegetales son equivalentes en términos de contenido de fósforo y porcentaje de ácido fítico (ver Tabla 1). Por ejemplo, el maíz y el centeno aportan aproximadamente la misma cantidad de fósforo fítico (2,1 g/kg) pero no tienen el mismo contenido de fósforo total (2,9 g/kg frente a 3,5 g/kg respectivamente). Asimismo, el fósforo también puede variar según su origen y la calidad de la tierra en la que se cultivó. En resumen, el fósforo de origen vegetal está influenciado por tres factores principales:
- Las características del sustrato
- La cantidad de fósforo fítico en el sustrato
- La calidad de fitasa (utilizada para liberar el fósforo en el intestino, inicialmente en forma de ácido fítico)
Fuente: www.feedtables.com
Por otro lado, el fósforo mineral de los fosfatos inorgánicos para la alimentación animal no es tan dependiente de factores externos y tiene una composición estable y una digestibilidad elevada (ver Tabla 2).
¿Cómo los minerales interactúan en el intestino?
El aprovechamiento de los minerales por los animales depende, principalmente, de su absorción a partir del pienso ingerido, en el que los minerales se encuentran en una gran variedad de formas químicas. La disponibilidad de minerales en los ingredientes típicos para piensos varía y se debe principalmente a la formación o presencia de complejos poco solubles, tanto en los materiales vegetales como en el tracto gastrointestinal de las aves.
La absorción de minerales requiere la solubilización de la fuente original de minerales en el lumen intestinal. Este proceso depende del pH, por lo que el entorno ácido del proventrículo y la molleja mejora su solubilización. En cambio, el pH neutro o alcalino del intestino reduce su solubilización. La solubilización es el proceso natural para fuentes minerales de fósforo. En cambio, las fuentes vegetales requieren la acción de una enzima específica (fitasa), para liberar el fósforo en el intestino. Actualmente, la incorporación de fitasa tiende a aumentar hasta 1000 FTU/kg – 2000 FTU/kg, con el fin de obtener más fósforo fítico de la dieta (ver Figura 2). Sin embargo, Kleyn y Chrystal, 2020, recomiendan precaución en la atribución de un valor demasiado alto a la contribución del fósforo de la fitasa debido a los problemas que pueden derivarse de un sustrato inadecuado en la dieta.
La absorción de minerales depende de la capacidad de éstos para unirse a las proteínas transportadoras presentes en la membrana de los enterocitos (ver Figura 3). Pero su absorción puede verse perturbada por la formación de complejos insolubles. Es el caso del fósforo, que puede encontrarse con el efecto antinutricional del calcio. Actualmente, esta es la principal problemática de la eficacia de las fitasas. La formación de complejos fitato-Ca limita la acción de la fitasa en el intestino, inhibiendo la hidrólisis del ácido fítico del fósforo por la fitasa, reduciendo así la cantidad de fósforo liberado y absorbido a través del intestino.
En la actualidad, se están probando estrategias nutricionales para reducir el efecto antinutricional del calcio, tales como:
- La reducción de la incorporación de calcio en la dieta. Hay estudios que demuestran rendimientos similares en animales, pero hay que ser cauteloso en cuanto a las necesidades de calcio para los huesos.
- Una incorporación equilibrada de caliza fina y gruesa. En efecto, la velocidad de solubilización de la caliza determinará la concentración de calcio disponible para quelar con el fitato.
- La formulación de la dieta basándose en el calcio digestible en lugar del calcio total. En la actualidad, se están llevando a cabo estudios científicos que deberán aportar nuevos conceptos en relación a la formulación en los próximos años.
- El uso de soluciones minerales específicas que pueden limitar los complejos de calcio-fitato. Uno de los complejos organo-minerales de nueva generación desarrollado y patentado por Phosphea, denominado humofosfato de calcio y comercializado bajo el nombre de Hum IPHORA, ayuda a controlar la liberación de calcio en el intestino, reduciendo así el efecto antinutricional del calcio y contribuyendo a mejorar el uso de fósforo de origen vegetal.
Fuente: Microbiome Intestine Factories Microbiota Gut Health Stock Illustration 2154325179 | Shutterstock; What is the Difference Between Villi and Microvilli – Pediaa.Com
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